Adios A Las Armas: Tobe Hooper (1943-2017)
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Adios a las armas: Tobe Hooper (1943-2017)

Bueno, Hooper es uno de esos nombres en mayúscula en la historia del terror en el cine. No solamente por lo que logró en sus primeros años sino porque contunuó intentando, porque sus fracasos fueron, en alguna medida, la contracara de un terror cada vez más especulativo, cada vez más anclado a lo fácil y/o a lo previsible del pasado. Y siendo quien fue Hooper nunca precisó invocar la paternidad de lo hecho en los 70’s. De hecho, su estilo anónimo supo amoldarse a las necesidades de un gran presupuesto o de un presupuesto más acotado sin que lo determinara estilísticamente. Por eso no deja de haber algo de injusticia cuando se recuerda a TH solamente por dos o tres títulos y no se dimensiona que el tipo no hizo otra cosa que querer reinventar parámetros de ese género que amaba pero lo hizo en un momento en el que el género no buscaba crear nuevos monstruos sino reciclar los viejos. En esa falta de cálculo, en esa ausencia de pretensiones, Hooper sobrevive a su obra. Pero la sobrevive en secreto, como quien no quiere hacer demasiado ruido, como quien se va y cierra la puerta despacito.

Entrevista A Matías Piñeiro, Director De Hermia & Helena
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Entrevista a Matías Piñeiro, director de Hermia & Helena

Modestos desafíos: entrevista a Matías Piñeiro, director de Hermia & Helena Por Diego Maté Hasta hace muy poco, pudo verse en la Sala Lugones y el Malba lo último de Matías Piñeiro, Hermia & Helena. Como en sus películas anteriores, el carácter libérrimo de un proyecto que se gesta y concreta al margen de todos los…

The Lost City Of Z
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The Lost City of Z

El libro en el que se basa la película escrito por un periodista de The New Yorker, David Grann, decide “imprimir la leyenda”. Gray  entonces decide llevar esta apasionante “historia real” hacia sus propias fronteras. Por su enorme conciencia y entendimiento de los resortes clasicistas sobrevive a los diálogos literarios de un libro de non-fiction espectacularizado hasta el paroxismo y homónimo de la película, que “novela” la historia de vida de Fawcett. Pero a su vez jamás abandona sus constantes autorales (la búsqueda del perdón o prestigio social de sus desclasados, el poder de la familia, la violencia que subyace en todo momento y desencadena lo trágico, el problema del linaje,  la ilusión y el amor –filial aquí- como motor).

Puesta De Cámara (Iii-Iv): La Relación De Aspecto Como Encuadre
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Puesta de cámara (III-IV): La relación de aspecto como encuadre

Tercer Cero en conducta del mes. En este caso con una curiosidad: el análisis del uso de la relación de aspecto (relación de proporción entre el alto y el largo de la pantalla) con el encuadre de una película, como un modo de dinamizarlo. La idea del video es que nos concentremos en el poder expresivo del trabajo sobre el llamado ratio o relación de aspecto para ver, precisamente, que el universo de la puesta de cámara y el trabajo sobre el encuadre puede ser más vasto de lo imaginado. Entren, miren e indaguen: hay más material del que imaginan entre esos cuatro límites.

La Maestra
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La maestra

Cuando veía La maestra me pasaba una cosa que me pregunté en infinidad de ocasiones con el cine argentino pero que, evidentemente, no es potestad de nuestro cine local (que se caracteriza por ser especialmente callado, al menos desde el 2001 a nuestros días, no vaya a ser que por levantar la voz se pueda trabar algún crédito en el INCAA o algún comité de evaluación no elija el proyecto). Lo que me preguntaba era cómo hacía una película como esta para configurar una denuncia tan demodé, tan atrasada en el tiempo, tan con el diario del lunes sin que se le cayera la cara de vergüenza por su costado explotation.

Utamaro Y Sus Cinco Mujeres (Kenji Mizoguchi, 1946)
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Utamaro y sus cinco mujeres (Kenji Mizoguchi, 1946)

Tal vez Kenji Mizoguchi sea el único director japonés capaz de comprender cabalmente el significado sacrificial de la mujer, su impronta avasalladora y su papel axial, en una cultura que aún oculta resabios de su filmografía, y comprender cegadoramente la sensación de felicidad y la noción libertaria, de lo que sea y de quienes sean, como caprichosos y fugaces instantes merodeando en los recovecos de una memoria disparada siempre hacia el pasado de un eterno retorno.

Annabelle 2: La Creación
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Annabelle 2: La creación

No, el título original no lleva ningún nùmero. Es Annabelle: Creación. Diferencia para nada menor si tenemos en cuenta que esta película no es una secuela de la película que fue un spinoff de El Conjuro sino la precuela de aquella. Más estrictamente, estamos hablando de un relato acerca de como se creó esa muñeca inquietante. Ya empezamos mal, porque se trata de una operación de marketing antes que de una película. Eso ya marca el rumbo de lo que sigue.

Puesta De Cámara (Ii): El Movimiento Dentro Del Cuadro En El Cine De Kurosawa
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Puesta de cámara (II): El movimiento dentro del cuadro en el cine de Kurosawa

El segundo Cero en conducta del mes llega tarde pero con bríos. En este caso nos metemos con la construcción del encuadre como variación móvil. Cuál sería la diferencia con un simple movimiento de cámara común y corriente? Bueno, básicamente el encuadre como decisión de puesta de cámara puede ser estático o dinámico. En esta ocasión, en Los canallas duermen en paz lo que observamos es un uso dinámico, donde el encuadre no está supeditado al movimiento sino exactamente a la inversa. De esta forma, el encuadre se convierte en una unidad plástica a la que se puede manipular para construir figuras. Y en este caso particular ese encuadre dinámico trabaja sobre triángulos y relaciones de poder. En este punto (y en muchos otros) Kurosawa es un maestro. No necesita mucho más que algunos personajes, un conflicto, un movimiento leve y un encuadre, que en el fondo es un ring de boxeo y abuso de poder. Que lo disfruten.

#Diariocinéfilo: Recordando A George Romero (1940-2017)
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#DiarioCinéfilo: Recordando a George Romero (1940-2017)

Desde este lugar, quizás la gran transgresión que hace Romero al género de terror con su película del 68 sea un poco eso. No tanto la introducción de un terror abiertamente político, no tanto la posibilidad de ver que lo horrendo podía ubicarse no por fuera del territorio americano sino adentro del mismo, sino esta cuestión de un terror absolutamente físico, carente de todo misticismo. Y quizás ahí también es donde se encuentre el carácter más descarnadamente político del cine de Romero. Al optar por males identificables, por acciones inmorales fácilmente distinguibles, su cine se convirtió muchas veces en uno de interpelación ética donde se abandonaba cualquier tipo de relativización moral para entregarse a la acusación pura y dura a diferentes sectores de la sociedad.

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