¡Madre!
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¡Madre!

Desde su estreno mundial en el Festival de Venecia venimos escuchando que ¡Madre! es un bodrio absoluto. “Desagradable, grotesca, repulsiva, asquerosa, vil, horrible, exasperante”, fueron los adjetivos más tibios. Anthony Lane, del New Yorker, bromeó con que la cinta es lo que un niño de quince años haría si tuviera “una bolsa de hierbas extrañas para fumar”, mientras que Rex Reed, el crítico del New York Observer, llegaba al extremo de calificarla como “la peor película del siglo”. Los comentarios cayeron como una lluvia ácida de observaciones morales. El puritanismo derrotó a la reflexión cinematográfica y Darren Aronofsky se consolidó como la bruja cazada que siempre quiso ser.

Desearás Al Hombre De Tu Hermana
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Desearás al hombre de tu hermana

Hace unas semanas atrás se daba a conocer el trailer de Desearás al hombre de tu hermana, allí se mezclaban diálogos impostados, un espíritu de melodrama berreta y actuaciones exacerbadas que intentaban mostrar un erotismo de gusto dudoso. En ese momento era fácil burlarse de ese trailer pensando que lo que se venía era una película que iba causar vergüenza ajena, un melodrama de cuarta incapaz de erotizar a nadie. Por esos momentos también se decía que lo único que podía redimir todo esto es si la película se tomaba todo en joda.

La Pantalla De Los Vasos Desbordados
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La pantalla de los vasos desbordados

Nada más lejos del decoro que andar de un lado para el otro con el nivel de alcohol en sangre mucho más alto del permitido, replicando aquello que el cine y la televisión han puesto en sus pantallas una y otra vez: la imagen del borracho caminando zigzagueante, vociferando las razones por las cuales su corazón fue destrozado o sus negocios se hundieron, en algún bar de mala fama o en algún callejón desahuciado de luz agonizante.

Perdida
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Perdida

Lo interesante con un tipo como Fincher es que a lo largo de su carrera transitó todas las posiciones: base, organizador cerebral y pausado (La habitación del pánico), tirador a larga distancia buscando la sorpresa-la mayoría de las veces gratuita, como un escolta (The game, Se7en y El club de la pelea), apelando a los rebotes y tirando de media distancia, sin buscar el riesgo pero yendo a la serenidad y a lo seguro (Zodíaco y Red social ) como un buen alero, deseoso de encestar a cualquier precio, como todo ala-pivot (El extraño caso de Benjamin Button).

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