Tiempo De Balances (10), Por Federico Karstulovich
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Tiempo de balances (10), Por Federico Karstulovich

Que Verhoeven vuelve. Que la anterior era la mala, pero el musical es la buena. Que no se puede creer la locura de la de Pampita. Que tiene dos nombres distintos, parece un western y es perfecta. Que volvió Mel para tirar todo por los aires. Que por fin el cine de superhéroes tiene a su testamento fordiano. Que el policial argentino es un sismógrafo de monstruos que nos parecen naturales. Que el cine rumano puede ser más que Ceausescu-zone e igual de pesadillesco (e insólitamente familiar a nuestra cultura). Que la prostitución puede ser una gran excusa para hablar de la libertad. Que crecer puede ser el mejor modo de pensar las formas de lo heroico. Que crecer implica reconocer a los amigos que estuvieron en el camino y los que están. Que las instituciones en occidente pueden ser un bello espejismo, pero que estamos a centímetros del caos, siempre.

Tiempo De Balances (9), Por Raul Ortiz Mory
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Tiempo de balances (9), por Raul Ortiz Mory

En poco menos de un año, Denis Villeneuve dividió al espectador y a cierto sector de la crítica cuando se estrenaron La llegada (en Argentina fue en 2016, en Perú, país en el que nací y vivo, en 2017) y Blade Runner 2049 (2017), dos de las mejores películas de ciencia ficción en lo que va del nuevo milenio. Si bien estas películas no alcanzaron reacciones extremas como las que provocaron ¡Madre! de Darren Aronofsky -un ejercicio de narcisismo y megalomanía disfrazado de libertad artística- o Dunkerque de Christopher Nolan -un espectáculo visual y sonoro que enaltece el género bélico-, lo que se le puede reconocer al director canadiense, por justa unanimidad, es su efectividad para construir contextos que conectan inmediatamente a nivel emocional sin desmarcarse de los mundos irreales en los que se mueven sus personajes.

Tiempo De Balances (8), Por David Obarrio
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Tiempo de balances (8), por David Obarrio

El cine siempre parece estar en estado terminal, pero al final sigue. Cada vez es posible encontrar una sombra, una chispa, el gesto que un actor inventa moviendo el brazo y que la pantalla captura, quizá con una indolencia para la que nada nos ha preparado y que resulta capaz de iluminar la sala con una altivez de otro mundo. Porque es verdad que sentimos que el cine se muere según se nos venga en gana. Nos duele la muela y el estreno de la semana – fórmula tan pedestre como exquisita: ¡Todas las semanas películas nuevas tras las cuales zambullirse! – puede convertirse en un bodrio, una tortura china que trabaja la conciencia de nuestra pobre materia y nos llena de melancolía mientras las imágenes desfilan delante, ajenas y distraídas; irremediablemente lejanas y poco cautivantes. Tenemos stress laboral y el cine se muere; nuestras maniobras para que una mujer nos quiera son infructuosas y el cine se muere. De modo que las películas que importan son las películas que nos importan.

Tiempo De Balances (7), Por Sebastián Rosal
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Tiempo de balances (7), Por Sebastián Rosal

Escribí bien o mal sobre casi la totalidad de las películas de mi listado. Y un porcentaje nada despreciable de ellas, por una razón u otra, pasaron casi inadvertidas, o al menos tuvieron mucha menos repercusión de lo que considero eran merecedoras. Es cierto que en el vértigo de un festival grande, con cientos de funciones concentradas en pocos días, es posible que ello ocurra. Pero también es cierto que la crítica tiende a focalizarse en algunos directores, en ciertos títulos convocantes y muchas veces se pierde de vista todo un submundo más que interesante al que, con suerte, se lo cita en un par de líneas aquí y allá o se lo incluye en una lista (pero al que casi nunca los jurados premian). Mi elección final intenta ser entonces un humilde aporte para que sobre ese cine se ensanche la visibilidad.

Tiempo De Balances (6), Por Ignacio Balbuena
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Tiempo de balances (6), Por Ignacio Balbuena

Este año finalmente pude poner en uso una herramienta muy útil para hacer listas de fin de año y los correspondientes balances. Me abrí una cuenta en letterboxd y anoté todo lo que vi. Por un lado me resultó útil: para hacer la lista de fin de año no tuve más que ordenar todo lo que vi por fecha de estreno reciente, fijarme lo que vi este año y las estrellitas que le puse a cada película. Fue útil para poner el año en perspectiva y no olvidarme de las películas que quise destacar pero también para darme cuenta de todo lo que tengo para mejorar en el 2018. Quiero decir, si mi lista de diez estrenos comerciales del año incluye tres películas de superhéroes, es hora de ir al cine y ver cosas que no sean blockbusters y películas de género. Más cine argentino, más cine que no sea americano.

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