Pequeña gran vida
Cuando veía Pequeña gran vida me acordé en algún punto de About Schmidt. Estaba esperando algo del gesto cínico o la risa sardónica como en aquel final de la película con Jack Nicholson. Ese momento no solo nunca llega sino que pareciera que los años han quitado bastante de esa crueldad para suplirla por una suerte de corrección política curiosa, estimo que ligada a la necesidad de redondear la parábola/metáfora del mundo que empequeñece (en tamaño pero se amplía en experiencias) pero no cambia en relación a sus injusticias o mejor dicho en sus asimetrías sociales.