#Polémica: Spencer – En contra
Desde el origen de su obra como director la estrategia de Pablo Larraín nunca se caracterizó, para ser precisos, por su elegancia. Más bien lo contrario: siempre prevaleció en su cine un sistema de alegorías, de metáforas groseras, de simbolismos crasos y fatales. Asi las cosas su cine nunca se detuvo. Más bien por el contrario, se convirtió en uno de los emergentes de un modo de entender la contemporaneidad narrando la historia reciente. El estilo, reconocible: elocuentes subrayados, remarcados obvios, evidente incapacidad para las representaciones elusivas. Y todo el sistema en pos de una suerte de “eco social”. Esto nos lleva a un sistema de trabajo de Larraín. Pero para pensarlo, contrastemos.