El exorcista del Papa
Había una expectativa creada por los antecedentes: Julius Avery, el director de El exorcista del Papa no le teme al ridículo, por el contrario lo abraza. Lo que no podemos asegurar es que el plan, el procedimiento, sea siempre exitoso. Pero sí podemos decir que su cine está sujeto a saltos al vacío. Y en parte por eso también lo respetamos. ¿A qué viene todo esto?