Barry – Segunda Temporada

Barry – Segunda temporada

Si Breaking bad partía de una estructura claramente vinculada con lo dramático y la oscuridad de sus personajes (y de sus acciones), para ir incorporando rápidamente distintas capas de sentido relacionadas con la comedia, Barry hace lo mismo pero en dirección contraria: lo que comenzó como una comedia absurda fue derivando paulatinamente en un drama cada vez más siniestro, donde los márgenes para la redención o huida son cada vez más escasos, mientras que los espacios para la tragedia se agigantan. En este posicionamiento, la segunda temporada de Barry redobla la apuesta. No solo desde el recurso de un cliffhanger perturbador -que ya estaba al cierre de la primera temporada y que vuelve a repetir para clausurar su segundo año-, sino también en la forma en que expande el microcosmos que habita el protagonista, donde hay cada vez más fuerzas al borde de la colisión, con una sensación de inminente estallido que se hace cada vez más fuerte.

El Robo Del Siglo
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El robo del siglo

Lo cierto es que donde mejor funciona El robo del siglo es en su aspecto más “profesional”, en cómo retrata el laburo de un grupo de tipos que detectan una oportunidad única, con un plan que se va construyendo progresivamente y revelándose ante los ojos de los espectadores a medida que avanza la trama. Es por esta vía que el film va desplegando con mayor efectividad sus distintas superficies, que incluyen dosis puntuales de comedia, la tensión mientras se van ejecutando las distintas fases del robo y el juego con el artificio dentro del artificio, la puesta en escena/engaño del hecho real aplicada a la materialidad cinematográfica. Lo contrario sucede cuando la película quiere construir un marco afectivo y moral que justifique a los protagonistas: tanto las líneas de diálogo que enuncia el cerebro detrás del golpe que interpreta Diego Peretti, explicando la necesidad de un equilibrio cuasi justiciero; como las escenas del profesional del robo que encarna Guillermo Francella con su hija, queriendo mostrar que la quiere a pesar de mentirle, lucen cuando menos forzadas y hasta culposas.

Los Sonámbulos
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Los sonámbulos

Los primeros minutos de Los sonámbulos son razonablemente decentes, aunque no dejen de ser una clara réplica de lo que podríamos denominar con cierto simplismo como “estilo Martel”. La cámara en mano y pegada a los personajes, los planos cerrados y hasta asfixiantes, incluso las atmósferas que rozan lo inquietante –por ejemplo, la muy buena escena del comienzo, donde vemos a una chica desnuda y con sangre menstrual, aquejada por un episodio de sonambulismo-, le sirven a Paula Hernández para delinear efectivamente la premisa del relato, centrado en una reunión de año nuevo de una familia atravesada por múltiples y latentes tensiones. No deja de notarse esa operación de imitación, que no tiene finalidad mucho más allá de lo funcional.

Contra Lo Imposible
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Contra lo imposible

En cierto modo, Contra lo imposible recuerda a El informante –dirigida por Michael Mann, que por algo acá figura como productor ejecutivo-, con su mirada crítica y precisa sobre las corporaciones: si aquella utilizaba como trampolín la profesión periodística y la estructura de un thriller político paranoico, en este caso Mangold recurre al automovilismo y los resortes del género deportivo para exhibir una lucha de personalidades distintivas contra un entramado que aplasta la creatividad, imaginación e improvisación incluso cuando podría favorecer a sus planes y metas. Por algo el gran antagonista del relato no es Enzo Ferrari –retratado como un empresario que, al fin y al cabo, siempre busca la excelencia- sino un ejecutivo de la Ford que construye su éxito no sostenido en la confianza del proyecto en el equipo, es decir, negando el factor humano, sino que lo hace desde el marketing y los cálculos antojadizos.

La Lavandería
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La lavandería

Llamativamente, lo que salva a La lavandería de caer en las manipulaciones arteras de Traffic es su autoconsciencia y distanciamiento, su voluntad constante de hacer explícito el dispositivo cinematográfico, enlazando el artificio narrativo con las ilusiones que vende el sistema financiero en pos de eludir las barreras impositivas y lavar dinero ilícito. En el marco de esta estrategia Soderbergh toma una decisión que tiene no pocas dosis de riesgo: colocar a Jürgen Mossack y Ramón Fonseca (interpretados por Gary Oldman y Antonio Banderas, respectivamente) como narradores/explicadores de un entramado de fraudes, mentiras e hipocresías que conectan historias disímiles en distintas partes del mundo.

Qué Sea Ley
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Qué sea ley

Que sea ley no elige los matices, los grises, las contradicciones, las agachadas políticas de la historia, sino arrancar su narración cuando el proyecto acaba de obtener media sanción en Diputados, como si le molestara –o más bien incomodara la suciedad de estar plagado de contradicciones irresolubles- contar que quien tomó la decisión política de tratar la legalización del aborto fue un Presidente que estaba en contra de la medida. Es una variación fordiana de contar la leyenda antes que contar la historia. Contar el mito prístino antes que dar cuenta de la incómoda verdad de los hechos, de los datos fácticos.

Señor Link
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Señor Link

Si, en Señor Link se extraña la emoción y bella tristeza que generaba Kubo y la aventura samurái. O los climas de sutil inquietud que transmitía Coraline y la puerta secreta. Pero lo que no se puede negar es el cuidado por lo que se está contando, expresado ante todo en la textura visual, lo que supone un nivel de cuidado de producción quizás no acorde con los problemas en la narración. En esa vitalidad proteica a la hora de construir los mundos audiovisuales Laika se emparenta –y hasta rivaliza, me atreves a decir- con Pixar.

Anna: El Peligro Tiene Nombre
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Anna: el peligro tiene nombre

En Anna: el peligro tiene nombre hay un triángulo amoroso, disputas de poder político, intrigas cruzadas, algo de drama existencialista, idas y vueltas temporales, giros que dinamitan puentes previamente establecidos e incluso unos cuantos momentos de comedia, como intensidades fulgurantes y fosforescentes. Pero esa mixtura está aplicada con tal nivel de desvergüenza, libertad y desparpajo que termina siendo cautivante.

#Polémica: La Odisea De Los Giles (Un Poco A Favor)
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#Polémica: La odisea de los giles (un poco a favor)

Sin embargo, la lectura socio-política e ideológica termina siendo, previsiblemente, lo menos interesante de La odisea de los giles. Eso no deja de ser lógico: el paternalismo y el trazo grueso son marcas registradas tanto de la literatura de Eduardo Sacheri como del cine de Sebastián Borenzstein. Ambos antecedentes hacían presagiar lo peor. Sin embargo, la historia de un grupo de laburantes que ponen todos sus ahorros en el sueño de armar una cooperativa pero sufren una estafa enmarcada en el “Corralito”, para luego encontrar la chance de tomarse revancha a través de un robo, elude buena parte de los riesgos que la acechaban.

Sex Education

Sex Education

En Sex education se habla mucho de sexo pero no se muestra tanto, lo cual está lejos de ser un gesto cobarde, porque refleja lo que les pasa a los personajes consigo mismos y los demás: a cada uno de ellos les cuesta expresarse con total libertad o trasladar lo que enuncian con la palabra o la mirada a la acción. Por eso incluso cuando tienen sexo no llegan a manifestar completamente sus afectos o sensibilidades.

Le Chant Du Loup
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Le chant du loup

El canto del lobo parece un film anacrónico, fuera de su época. Empezando por el subgénero que aborda, que no es un hecho menor: el del thriller con submarinos, que si bien pertenece a un género con altas y bajas como el bélico, es una rama que, luego de su apogeo entre los ochenta y principios de los noventa –con películas emblemáticas como El barco, La caza al Octubre Rojo y Marea roja-, desde hace un rato largo está en franca decadencia.

#Dossier90S: Blockbusters & Transición
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#Dossier90s: Blockbusters & transición

A lo largo de su vasta historia Hollywood supo tener muchos enemigos, no obstante los más poderosos siempre fueron domésticos. En las dos últimas décadas del Siglo XX, no solo tenía enfrente a la televisión, con su propia producción de contenido, sino también el VHS –al que se posteriormente sumaría el DVD-, que se alimentaba del cine pero ofreciendo un canal de consumo que le otorgaba mayor comodidad al espectador. A Hollywood le costó pensar y construir formatos que le siguieran otorgando distinción, por eso, en este contexto el cine de acción –con su hibridez que le permitía fusionarse con otros géneros también impuros- fue una muestra clara de eso. Los noventa, sin lugar a dudas, funcionaron como una gran era de transición, que se debatía entre dejar de lado algunos parámetros vigentes desde los ochenta –e incluso los setenta- y anticipar otros que terminarían por consolidarse ya entrado el nuevo milenio.

Ni En Tus Sueños
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Ni en tus sueños

El amor y el romance –que incluye la comicidad desatada para hablar y mostrar el sexo-, en un mundo marcado por las apariencias y el distanciamiento, no solo son sustantivos, sino actos cargados de sentido político. Frente al cinismo de la contemporaneidad, Ni en tus sueños–aún con sus numerosas imperfecciones- nos dice que hacer una comedia romántica hecha y derecha, sin desvíos y rebusques, no solo es posible, sino imprescindible

Game Of Thrones S08

Game of Thrones S08

Todas las grandes series, las que nos rompieron la cabeza y nos convirtieron en adictos a sus tramas, siempre tuvieron ese punto en común que es la capacidad de construir personajes que nos generaban una casi instantánea empatía. Muchos afirman que lo apasionante de Game of thrones es su mitología, el entrecruzamiento de tramas y subtramas, las vías narrativas donde conviven lo fantástico con lo político, y en parte es cierto, pero no deja de ser una verdad a medias. Todo el mix de leyendas, realpolitike intrigas palaciegas no podría sustentarse si no fuera a la par de los recorridos éticos, morales y sentimentales de los protagonistas e incluso de los personajes de reparto.

La Desaparición De Madeleine Mccann

La desaparición de Madeleine McCann

El caso que aborda La desaparición de Madeleine McCann incluye una doble pesadilla íntima y social: la ausencia súbita de una niña británica, casi a la vista de sus padres durante unas vacaciones en un pueblo de Portugal; y una investigación caótica, que involucra a distintas fuerzas y dispara múltiples hipótesis, sin poder llegar a una resolución. Teniendo en cuenta esto, el andamiaje que construye la serie documental de Netflix es también ecléctico y hasta caótico, porque en realidad es una construcción constante, un avanzar y retroceder sobre distintas vías cuyo único punto en común parece ser el desconcierto.

Belmonte
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Belmonte

La película va mostrando este proceso de crisis personal y relacional con un tono medido, casi opaco, donde la distancia es clave, a favor y en contra. Pero Veiroj encuentra otras formas para transmitir los dilemas identitarios, donde confluyen lo íntimo con lo social, particularmente desde el nombre y apellido. Porque el protagonista es Belmonte para muchos, el apellido como una marca registrada y hasta lugar de pertenencia, pero para otros puede ser Javier, o incluso Javi, marcando un lazo más cercano y a la vez demandante.

After Life

After Life

Lo de After life es, en buena medida, una confirmación de la vocación constante de Gervais por romper todo, pero a la vez de construir desde los escombros que quedaron luego de la destrucción. En sí, el planteo inicial es toda una declaración de principios: “es como tener un súper poder”, dice en un momento Tony (el mismo Gervais), quien luego de perder a su esposa ha pasado de ser un tipo indudablemente amable y amigable a un cínico absoluto, que despliega crecientes dosis de maldad contra todo y todos los que lo rodean.

La Gran Aventura Lego 2
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La gran aventura Lego 2

Como pocas películas en los últimos tiempos, La gran aventura Lego 2 es un musical hecho y derecho: no solo porque está repleta de canciones especialmente hechas para el film, sino también porque la trama se va hilvanando desde la música y los personajes están prácticamente moldeados con una cualidad musical. De hecho, esa es su forma de redoblar la apuesta respecto a la primera parte: el hacer que la música y las canciones sean el vehículo para que todo estalle.

Cómo Entrenar A Tu Dragón 3
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Cómo entrenar a tu dragón 3

En tiempos donde los estudios buscan estirar las franquicias hasta el infinito o incluso revivirlas por todos los medios posibles, la saga de Cómo entrenar a tu dragón va a contramano. Esto sucede porque decide despedirse. Lo hace de manera clara, explícita, buscando cerrar una trilogía cabal y coherentemente. La tercer entrega de la saga es, en cierta forma, una declaración de principios: la animación diciéndonos –a grandes y chicos- que todo tiene un final, pero que a la vez hay que saber encontrar el momento y la forma precisos para el adiós.

No Te Preocupes, No Irá Lejos
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No te preocupes, no irá lejos

La ecléctica filmografía de Gus Van Sant encuentra en No te preocupes, no irá lejos una nueva instancia para jugar con algunos preceptos genéricos y retorcerlos un poco, pero sin romperlos ni traspasar ciertos límites. A la vez, el cineasta vuelve a demostrar que se siente cómodo recostándose en ámbitos de producción independientes pero que ya está lejos de la radicalidad y ambición formal que mostró en películas como Gerry o Elefante apenas una década atrás, quizás en el final del período más prestigioso a lo largo de su carrera (extendido entre 1999 y 2007).

Élite

Élite

El problema de fondo de Élite es, esencialmente, la culpa que arrastra desde el minuto uno, que la lleva a negarse a sí misma. No quiere ser una telenovela para ver en las tardes –qué horror, habrase visto, caramba, algo tan trivial-, le falta autoconsciencia y quiere venderse como un drama trascendental, pero planteado a las apuradas y sin elementos consistentes. Ahí establece una conexión –preocupante por cierto- con otros productos españoles como La casa de papely una vertiente importante de la televisión argentina –con representantes como Entre caníbales, Vidas robadasy Edha- que se venden desde la impostación constante, queriendo aparentar algo que no son.

Robin Hood
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Robin Hood

A Robin Hood se le notan todas las costuras y parches. Todos los materiales con lo que intenta construir el mundo que pretende construir jamás llegan a darle (iden)entidad a lo que vemos. Y quizás esto se deba a que la película nunca cree realmente en lo que está contando: no cree en ese joven rico y un tanto malcriado que es forzado a ir a las Cruzadas y que cuando retorna a Inglaterra debe emprender un progresivo camino del héroe para recuperar lo que tuvo y devolverle la dignidad a su comunidad. Como si en el fondo despreciara el mundo que le da origen a los mitos cinematográficos.

Viudas
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Viudas

La acartonada y tribunera discursividad feminista no le basta a McQueen: también pretende hablar sobre los choques paterno-filiales y la corrupción presente en la política más urbana, a través de la subtrama que involucra a los personajes interpretados por Colin Farrell y Robert Duvall; y las diferencias raciales y de clase desde la voluntad de ascenso que impulsa al mafioso que encarna Brian Tyree Henry. De ahí que Viudas sea un film de robos pero también un drama familiar y moral, y un thriller político, y a la vez poco y nada de eso, porque el realizador, tan preocupado por bajar línea y construir un discurso que interpele a todos los sectores biempensantes, pierde de vista lo más importante: los personajes, que salvo excepciones –Debicki y Rodriguez les otorgan dignidad a los suyos desde una economía gestual y corporal- quedan reducidos a meros vehículos del habla.

Animales Fantásticos: Los Crímenes De Grindelwald
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Animales Fantásticos: Los crímenes de Grindelwald

Se suponía que la saga de Animales fantásticos había nacido para expandir el universo mágico creado por J.K. Rowling y que en su momento había cobijado la historia de Harry Potter. Y lo cierto es que la primera entrega que fue Animales fantásticos y dónde encontrarlos cumplía con ese propósito, porque explotaba todo el potencial de ese mundo, que es en verdad dos mundos: el habitado por los magos y el de los muggles, los humanos comunes y corrientes. Ese film presentaba una interacción productiva, de constante retroalimentación

Familia Sumergida
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Familia sumergida

En Familia sumergida lo fantasmal se hace tangible, lo extraño se vuelve habitual y lo que antes era cotidiano pasa a ser una entidad extraña. Y si el posicionamiento de Alché –que se apoya en buena medida en una actuación sobresaliente de Morán- se da desde lo subjetivo, esa subjetividad difusa (que en momentos puntuales se permite un corrimiento hacia la mirada del otro, como en la escena donde Marcela se larga a llorar frente a uno de sus hijos) habilita también una mirada sobre la institución familiar como una instancia que puede ser un refugio, pero también una prisión o un mecanismo de ocultamiento.

Nace Una Estrella
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Nace una estrella

Quizás no se trate de una simple casualidad que Bradley Cooper haya elegido para su debut en la dirección un proyecto que antes había sido considerado por Clint Eastwood, quien lo había dirigido en Francotirador. La puesta en escena de su versión de Nace una estrella se construye casi como una declaración de principios, una reivindicación del clasicismo y la necesidad –en tiempos marcados por el cinismo- de rescatar historias transitadas numerosas veces, en pos de hallar los elementos que las hacen actuales.

1945
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1945

El cine argentino no es el único que se ve tentado por la proyección internacional, por ende se construye con un ojo puesto en un espectador de otras latitudes, hilvanando relatos que actúan como funcional carta de presentación frente al mundo pero que en el fondo carecen de una verdadera identidad. Hay toda una vertiente del cine de Europa del Este que elige temas y posicionamientos relativamente cómodos, cercanos al mensajismo premiable, la húngara 1945es un ejemplo manifiesto de este movimiento que apela a los borramientos de toda identidad en pos de una universalidad imaginaria en sus receptores potenciales.

Todos Lo Saben
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Todos lo saben

La caída en picada de Todos lo saben se va dando porque Farhadi apela a una estructura de whodunit, donde el enigma central parece ser quién está detrás del secuestro y por qué, pero esa solo termina siendo una mera excusa porque lo que le interesa contar es otra cosa. El verdadero foco del film son las tensiones latentes entre la familia de Laura y el resto de los habitantes del pueblo a partir de las disputas que se han dado por la propiedad de las parcelas de tierra que rodean al núcleo urbano, que terminan explotando a partir de la búsqueda de dinero para el rescate y la revelación de un secreto que se venía guardando desde hace largo tiempo. Claro que el propio título de la película traiciona al relato: ese “todos lo saben” habla de un secreto a voces, de algo que no se dice a viva voz pero que es sabido o sospechado por toda una comunidad.

La Otra Piel
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La otra piel

Lo que se ve en La otra piel es un laberinto, que encierra a sus protagonistas pero también al film en sí mismo. Si los personajes emprenden viajes exteriores e interiores pero no llegan por completo a encontrar las salidas que necesitan, algo parecido sucede con la película, que quiere salir de la realidad ficcional de origen creando otro tipo de ficción pero vuelve a encontrarse con otro callejón sin salida. A diferencia de unos cuantos cineastas argentinos, no puede decirse que Inés de Oliveira Cézar sea perezosa: podrá repetir métodos básicos, pero siempre como marco de nuevas búsquedas y exploraciones, con la experimentación y el ensayo como normas dominantes. Sin embargo, en La otra piel no hay hallazgos concretos y las ambiciones solo quedan en pretensiones.

Fin del Contenido

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