En buena medida, por lo tanto, Diarios del encierro encuentra en su interior a dos películas distintas: por un lado la privada, la confesional, la que obliga al protagonista/director a una anagnórisis, a un aprendizaje a los tumbos pero aprendizaje al fin. Pero también una película política que no fue, una película sobre el silencio ante las decisiones de gobierno. Y si bien la pandemia y el encierro de la...