Recuedo con alegría, con felicidad, los primeros dosmiles. Dormía poco, me divertía con amigos y amigas en fiestas, vivía en un pequeño departamento en capital y me llenaba de películas semana a semana. En particular las comedias. Allá por 2004, cuando El Amante cine estaba vivita y coleando (QEPD), disfruté mucho de un dossier en el que un grupo de críticos se hubiera propuesto pensar, quizás antes que nadie, en...