Jeepers Creepers: La Reencarnación Del Demonio
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Jeepers Creepers: La reencarnación del demonio

La saga de Jeepers Creepers se vuelve acusable conforme pasan las entregas y los años. A la película anterior Jeepers Creepers: El regreso (2017), tercera entrega de la saga, por ejemplo, se la podía acusar de un millar de cosas: malas decisiones de puesta en escena, arbitraria en sus elecciones formales, ridícula y kitsch en su desesperación por consolidar (a la fuerza, sin ideas, ciertamente) la mitología de su villano. A ver: todos y cada uno de estos errores eran lógicos teniendo en cuenta que el pasado oscuro de su director Victor Salva -pasado que volvió a salir a luz en pleno movimiento #MeToo- generó que la película tuviera problemas de financiación, un estreno muy limitado por no decir inexistente y así.

Terrifier 2
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Terrifier 2

A poco de su estreno americano, Terrifier 2 (un título carente de cualquier gancho, como ya no se suele hacer, pero que nos remite a una relación con la cultura popular del terror de los 80s) se convirtió en un imán de interés. Y si bien esta clase de reacciones serían las que cualquier película de terror podría desear, cada vez se vuelve menos habitual esa relación fisiológica con el cine.

Halloween: La Noche Final
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Halloween: La noche final

Halloween Ends toma a Season of the witch como punto de partida, también hay espacio para Halloween: Resurrection (2002) e incluso para la  remake-reboot de Rob Zombie y su secuela. Pero el fandom siempre se ha quejado, ya que si nos retrotraemos a la primera secuela, Halloween II (1981) en su momento también fue criticada por subirse a la exitosa moda del slasher que la primer entrega cimentó.

Sonríe
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Sonríe

A mediados de septiembre de 2022 se estrenó Bárbaro, una película que construía su universo y discurso sobre una espesa base de referencias a otras películas que, además de narrar con precisión, se proponía una diversidad de preguntas para el género de terror. Bárbaro era la opera prima de Zach Cregger, del mismo modo que Sonríe lo es de Parker Finn, quien en su film debut pareciera intentar una operación similar. La ironía se manifiesta: ambas trabajan los mismos materiales, ambas se preocupan por pensar en el contexto de época en la que sus películas se sitúan. Ambas se preguntan por la muerte del cine de terror. Pero ambas tienen respuestas distintas.

La Húerfana: El Origen
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La húerfana: el origen

En épocas de consumo cultural fanatizado, la villana interpretada por Isabelle Fuhrman se convirtió en un icono del genero. Como consecuencia lógica los fans pidieron una nueva película. ¿Por qué? Por la necesidad de darle una lógica de continuidad al consumo, algo que complicaba un poco el asunto con el personaje de Esther, interpretada por Fuhrman…con varios años menos. Como podrán imaginar: una mente siniestra entendió que era buena la idea de traer de vuelta al personaje de Esther. Traerla de la muerte de la primera entrega no sería un problema: para esos están las precuelas, que en este caso no busca explicar el porqué de su maldad, apenas nos propone cambiarla de contexto.

Bárbaro
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Bárbaro

Si, claro que Bárbaro respira amor por el género en cada decisión formal y en cada una de sus estrategias narrativas. Pero lo suyo no es una enciclopedia ilustrada del conocimiento del género de punta a punta ni un señalamiento onanista por el género como si se tratara del Rick Dalton que protagonizaba Leonardo Di Caprio en Érase una vez en Hollywood, que se reconocía en la pantalla de la televisión diciendo “ese soy yo” (momento cristalizado en miles de memes hoy al día).

¡Nop!
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¡Nop!

En Nope! Peele lleva adelante una operación similar a la que acomete Wan en la extraordinaria Maligno (2021): partir de un camino ya conocido para luego torsionar las expectativas del público hacia un vacío imprevisible, lo que permite recaer en otro tipo de espectáculo, en este caso más cercano al cine de aventuras (en Wan el Giallo servía para pasar a la comedia negra sin solución de continuidad). Si, se trata de una operación riesgosa que puede dejar mal parado hasta al mas experimentado.

They/Them
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They/them

Empecé con el pie izquierdo con They/Them. La vi minutos después de haber terminado otra película estrenada en plataformas en agosto, me refiero a la notable Prey. Pasaban los minutos y yo seguía emocionado por cómo la película de Trachtenberg proponía una vuelta a un cine básico, físico, en el que la supervivencia del más fuerte importaba más que los discursos. Quizás They/Them también comparta algo de estas ideas, pero en otro marco.

La Habitación Del Horror
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La habitación del horror

Voy a confesar una herejía que va a explicar por qué esta crítica no será una crítica habitual y, en todo caso, si será una descripción de una fenómeno: por motivos de tiempo no pude ver la versión subtitulada de esta película (ay, estos problemas de la distribución!), motivo por el cual tuve que conformarme con ver una función doblada al castellano.

El Teléfono Negro
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El teléfono negro

En El teléfono negro conviven, como podrán sospechar, ambas miradas del mismo director. Tal vez por eso se sienta como una película irregular, imprecisa, incluso disociada. Por momentos se nos presentan muchas ideas que, a fuerza de repetición, caen por el peso de lo predecible y de lo rutinario. Curiosamente, esa limitación tiene un origen, una vara de competición.

Dr. Strange En El Multiverso De La Locura
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Dr. Strange en el Multiverso de la locura

Después de haber redefinido el modelo de negocio del cine (y condicionar sus formas en el presente y el futuro), después de moldear a los espectadores y a sus formas de consumo, Marvel está buscando un nuevo camino para mantenerse vigente. O al menor para buscar convencerse de no haberse estancado. Pareciera ser que nos propone salir de su zona de confort a la vez que quiere expandirse en las nuevas formas de consumo. Cómo se manifiesta esto? Dando más espacio -pero no tanto- a directores de renombre para sus proyectos en cine, mientras que sube a su plataformas series que sean funcionales a la acumulación de datos sobre ese universo que vienen armando desde el 2008, el MCU.

X
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X

X reproduce y amplifica todo lo bueno y malo de Ti West. Hay al comienzo una intriga por saber qué ocurrió, una creciente tensión entre ese equipo de filmación y los dueños de aquella casa en Texas. Hay algunos detalles que generan tensión, como cierto cocodrilo en cierto lago. Pero también hay y mucho de lo malo (repetido).

Ambulancia
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Ambulancia

Hace ya un buen tiempo que Michael Bay paso de ser considerado el peor director del mainstream actual a una especie de autor de culto, o autor de películas tan malas que son buenas. Experto en películas aparatosas, ruidosas e imposibles en su puesta en escena en donde no se respeta el espacio donde transcurre la acción, con varias cámaras filmando al mismo tiempo sin una coherencia. Se trata de un cine caótico y Bay es consciente de eso.

Chucky

Chucky

¿Qué es entonces la serie de Chucky? Varias cosas. Por un lado estamos ante un reboot a la vez que podemos leerla como una continuación lógica de la historia, hecho que termina generando cierto desfasaje narrativo en el sistema Chucky. Si bien la serie se propone captar nuevos espectadores, al mismo tiempo elige dar continuidad a la saga, en un fenómeno de mezcla de formatos que se vuelve cada vez más común en estos tiempos. A su vez no creo que esto le importe mucho a Mancini, que siempre se las ingenia para hacer sobrevivir a su personaje.

La Masacre De Texas
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La masacre de Texas

Miremos atrás. Si descontamos la secuela dirigida por Tobe Hooper y esa cosa extraña que fue la precuela dirigida por el duo Alexandre Bustillo y Julien Mary, la “saga” de La Masacre de Texas bien podría tratarse de una anomalía en donde todas las películas son remakes de la original, en una suerte de competencia por reescribir y versionar un mismo tema pero con algunas variantes. Asi lo demuestran la tercera, la cuarta parte y, valga la redundancia, la remake y su precuela, sin olvidar, claro, la secuela en 3D. Un verdadero trabalenguas cinéfilo digno de un juego de escritura vanguardista.

#Polémica: Amor Sin Barreras
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#Polémica: Amor sin barreras

Confieso que no vi la West Side Story original (Robert Wise, 1961), por lo que no me propondré ninguna clase de comparación. Incluso en caso de haberla visto creo que habría optado por la amnesia. Cada película es un mundo y creo que vale la pena no llegar con esa presión a esta nueva versión dirigida por Steven Spielberg. Lo que sí puedo hacer es pensar sobre la relación entre esta película y el género en el que se inscribe, motivo que la convierte no solo en una gran película de su director sino también en un extraordinario musical, tal vez el mejor de los últimos 20 años (si no más aún).

El Misterio De Soho
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El misterio de Soho

Es probable que 2021 vaya a ser recordado, al menos cinematográficamente, como el año en que dos directores establecidos en la industria dieron dos de sus obras más arriesgadas, más libres y despreocupadas. James Wan hizo su parte con Malignant, una película que revivía al cine fantástico europeo cosecha 60-70, con el giallo a la cabeza, y que de paso dejo en off side a varios críticos de cine que con un par de huevos fritos por ojos la vieron como un mamarracho o simplemente no aceptaban sus influencias porque no entraba en su biblia de cómo deben funcionar los subgéneros en la cultura cinéfila popular.

The Ritual
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The ritual

Me acerque a The ritual con escepticismo. En parte porque al estar involucrado Netflix, (aunque no se tratara de una producción suya) la desconfianza se me instala, en parte porque desconocía la existencia del libro de Adam Deville en el que se basa esta película. Pero principalmente porque el antecedente de su director David Bruckner era un segmento flojo de esa cosa fea que es V.H.S (2012), que inauguró una saga con una entrega peor que la otra. Tampoco ayudaba que muchas críticas la relacionaran con The witch (2015) como si fuera el único antecedente a la hora de hablar del folk horror…

Seance
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Seance

Caso extraño el de Simon Barrett. Se trata de un guionista que nos dio verdaderas sorpresas -como enYou’re next (2010) y The guest (2014)- a la vez que nos decepcionó -con despropósitos como Blair witch (2016), hasta ahora la única piedra con la que se tropezó en su carrera-, por lo que el boleto estaba abierto hasta el momento de dirigir la reciente Seance. Indistintamente, si hay algo que comparten en común esas tres propuestas es la idea de trabajar sobre algo ya concebido, sobre texturas e ideas preexistentes, más allá de los resultados (o acaso sin miedo a ellos).

Maligno
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Maligno

En Maligno Wan propone una maravillosa relectura del giallo, ese subgénero que superpone capas de policial con terror y protoslasher que supo hacerse famoso en Italia entre finales de los 60s y los primeros años de la década del setenta. Por eso si hablamos de giallo hablamos de Dario Argento, que es una de sus referencias impostergables (también podemos mencionar a Fulci, a De Palma, a Larry Cohen, a Cronenberg y varios más). Pero en la película de Wan la referencia inmediata es Rojo profundo (1975), aunque también está Suspiria (1977), Terror en la  Opera (1987) y Trauma (1993). El punto es que el sistema de referencias que propone el director carece de cinismo.

Candyman
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Candyman

Qué difícil no molestarse con esta secuela de Candyman (Bernard Rose, 1992). Por qué? Porque su operación es una negativa del cine, como sus planos invertidos de la secuencia de créditos de apertura. La versión 2021 es homónima y como tal borronea lo que la de 1992 construía con ideas, potencia e inteligencia. La versión producida y coescrita por Jordan Peele se trata de una película que impone el discurso político como condición para que exista el cine.

#Polémica: El Escuadrón Suicida (En Contra)
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#Polémica: El escuadrón suicida (en contra)

No entiendo el culto a James Gunn. ¿Es por haber empezado su carrera en la mítica productora Troma? ¿Por haber empezado de abajo y ahora ser un nombre reconocible en la industria? ¿Por su tono irreverente y adolescente que se mantiene según su conveniencia hasta el día de hoy? Se trata de preguntas cuyas respuestas se me escapan y que me impiden disfrutar de sus trabajos. El culto como credencial de presentación. Por otra parte también hay directores que trabajan mejor lo irreverente, lo adolescente e irresponsable, pero ya llegaré a eso. 

Tower Of Evil (Jim O’Connolly, 1972)
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Tower of evil (Jim O’Connolly, 1972)

Llama la atención que cuando se trata de estudios sobre el género de terror en los setenta haya poco material sobre lo que se producía en Inglaterra. Esto no significa que no hubiera películas pero da la sensación de que fueron eclipsadas por lo que hacían sus vecinos. Tengamos en cuenta que la famosa renovación del fantástico no solo fue en Estados Unidos, Italia y España, sino que fue en todos los países que abordaron al género. Hay numerosos libros analizando el fenómeno del fantástico en esos países, pero de Inglaterra poco y nada. Si los hay sobre la anterior década y referidos a la productora Hammer y sus ramificaciones. El porqué de esto es muy obvio. No solo se trata del legado que dejo dicha productora, que al fin y al cabo renovó a los mounstros clásicos y nos dio nuevas estrellas. Sino que era algo propiamente suyo, de su propia identidad. La Hammer, y también sus imitadores, supieron traer a pantalla a todo aquello que hizo a la cultura fantástica inglesa.

Torso (Sergio Martino, 1973)
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Torso (Sergio Martino, 1973)

Torso no es el único nombre con el que se conoce a esta película (de hecho buena parte de las producciones italianas de terror de los 60s-70’s adoptaron la modalidad de contar con varios nombres a la vez para el mercado internacional), sino que tiene otro título con el que se la conoce, característico de ciertos giallos, en donde la extensión de los títulos de las películas construían el clima previo a la película. Torso también fue conocida como Los cuerpos presentan trazos de violencia carnal. Sin ir más lejos, el título corto me retrotrae a Pieces (1982) de Juan Piquer Simon (también conocida como Mil gritos tiene la noche), acaso el primer slasher en la historia del terror español, película que además supo ser prohibida por su violencia perturbadora. En cambio Los cuerpos presentan trazos de violencia carnal, presume una aparente sutileza -acaso mayor que la del simple y directo Torso-, anclada, como bien mencionamos, en los largos títulos del giallo. Sea de la forma que fuera, ambos tienen algo en común: saben que el centro duro de la película estará anclado en el cuerpo.

#Polémica: Jojo Rabbit (En Contra)
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#Polémica: Jojo Rabbit (en contra)

La angustia de las influencias pone presión sobre nuevos realizadores. De repente tienen la obligación de hacer una obra maestra como las que hicieron sus maestros. Pero quizás olviden (o desconozcan) que sus antepasados no tenían esa idea a la hora de filmar. La demanda de novedad y de autoría parece ser un problema que tipos como John Ford o Howard Hawks no parecen haber sufrido. Por el contrario -y más específicamente en los directores que debutaron después de la década del 70- al ser conscientes de su lugar en el cine (muchos de ellos trabajando en géneros populares como el terror, la comedia, la acción, etc) en algún momento sienten la necesidad de transcender, como si una demanda de reconocimiento los persiguiera. El gesto de la autoría demandada es que disfraza de complejidad y mirada personal muchas ideas que en el fondo no son más que mediocres y temerosas miradas sobre el mundo. Esto le termina pasando a Waititi con Jojo Rabbit.

#Postmardelplata2019 – (6): Jojo Rabbit
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#PostMarDelPlata2019 – (6): Jojo Rabbit

El personaje de Micky Vainilla es uno de esos casos en los que el humor funciona para un sketch, pero no sirve prolongarlo en el tiempo. Bien sabemos que la sátira a la derecha más extrema siempre funciona mucho mejor que la satira a la izquierda (no importa en qué país del mundo leas esto). Porque el gesto de Capusotto, amén del progresismo de pegarle a un fascista de derecha, funciona mejor como rasgo pop antes que como gesto político. El problema es cuando Capusotto quiere invertir ese componente, porque necesita decir algo importante (contrario es el caso de Bombita Rodriguez, que si es marcadamente pop y por lo tanto más libre y mordaz en su humor que satiriza al peronismo setentista). Y quizás algo de esa operatoria discursiva que fuerza una lectura politizada de lo pop es lo que sucede con Jojo Rabbit: Hitler se convirtió en parte de la cultura popular y eso le preocupa a Waititi.

#Dossierterrorpp – (4): Terror Peninsular Postclásico
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#DossierTerrorPP – (4): Terror peninsular postclásico

Tanto en Italia como en España los directores reinventaron los escenarios, las tramas y los personajes más famosos y universales, los que todavía eran reconocibles, fundamentalmente con el fin de que el público local se acercara. No es de extrañar que durante los sesenta el terror gótico (que en Europa tiene fuertes raíces literarias, dicho sea de paso) haya sido el subgénero predominante a pesar de que existiera el peplum y el giallo. Pero era el terror aquel que aseguraba un ingreso constante y masivo de divisas, por lo que los productores optaron por no innovar en ese terreno. Esa necesidad económica fue la que logró que el gótico siguiera existiendo incluso hasta el día de hoy, aunque su vigencia tenga más de anclaje al pasado que de reformulación presente. El gótico, entonces, fue la base de la pirámide que vendría luego.

Fin del Contenido

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