Rápidos y furiosos 8
La última entrega de la saga opera por sumatoria en vez de restar, como si no hubiera entendido que el juego de las FF siempre fue el de ir construyendo una superficie de placer lisa, abstracta, un juego de luces y fulgores de acero y chicas y velocidad y aventura que se lleve puesto el tedio de los trabajos convencionales, del mundo pequeñoburgués, es decir, que destruyan eso que suelen construir en cada final con la mesita y las pastas. Destruir el loop de lo estable. Y hacerlo todo todo bajo el paraguas de lo mersa, que es un paraguas noble cuando se lo cuida, porque lo grasa, lo mersa, lo berreta es también una forma amorosa de comunicarse las emociones