PERRO BLANCO | NÚMERO 9 | DICIEMBRE / 17

Por Federico Karstulovich

TIEMPO DE BALANCES

En general, al menos cuando llega diciembre, la tendencia marca que hay que evaluar (Borges solía decir que la gente que periodiza cada bloques de 10 y de sus múltiplos es menos por alguna finalidad que por un discreto fanatismo con el sistema decimal). El calendario gregoriano nos pide cada doce. Pero nosotros recién vamos a hacer nuestro número balance en el 10, esto quiere decir que hasta enero, nada. No obstante este editorial tendrá algo de mini balance adelantado, pero será en el 9. Y nosotros comenzamos toda esta locura apenas en abril de este año. Así que cualquier presunción de balance nos queda teñida de arbitrariedad.

Si en el editorial del mes de noviembre ya nos quejábamos de las condiciones de estreno (en cantidad y calidad), diciembre no viene mejor: ya la primer semana nos espera con 16 estrenos (si, dieciséis estrenos, una locura absurda). Desde esa perspectiva el balance no solo es malo sino que marca un horizonte complicado que sin una regulación urgente nos va a llevar a los espectadores puestos y solo en beneficio de los sectores mas concentrados de la industria.

Si hablamos de un balance de producción para el cine argentino, ahí el asunto se torna espinoso: un sector habla de retracción en la ejecución del presupuesto, los responsables oficiales lo niegan y muestran cifras oficiales, el mismo sector crítico descree de las cifras y evalúa la situación con un termómetro improvisado, los responsables de la administración de los fondos acusan a los acusadores de llevar a cabo operaciones. Y así. Y en un mundo de versiones y posteridades hay que volver a los hechos. Y los hechos, dentro de un mes, a partir de los datos fácticos de rodajes, películas en pre-producción, rodaje y en post producción, son los únicos que podrán decirnos la verdad (si en efecto se produjo más que en 2016 y mucho más que en 2015, si el presupuesto fue en efecto recortado o no, si el otorgamiento de subsidios cumple con un proceso de distribución o el régimen de concentración sigue inalterable, en fin, muchas cosas). Hasta entonces, de esa parte, no podemos decir mucho. O quizás se lo podamos preguntar a los responsables en breve. Veremos.

Si el balance viene por el lado de la cantidad de salas para estrenos oficiales las noticias son alentadoras por un lado y desalentadoras por otro. Si bien la actual gestión del INCAA parece avanzar en la ampliación de espacios INCAA en todo el país con cierta persistencia, lo que hace a la política de apertura de salas privadas se encuentra en dirección contraria. La ausencia de inversión, la baja constante de público en las salas, la tendencia al consumo hogareño cada vez más instalada y en mejores condiciones no hace más que ensombrecer el panorama. En paralelo, en cambio, los circuitos alterativos de exhibición NO oficial, en cambio, si se han multiplicado, y enriquecido, desarrollándose hoy por hoy una variedad de ciclos con gran calidad de programación y proyección a bajo costo. Como si se tratara de pequeñas pymes amateurs. Pero el estado no está en esos pequeños triunfos. Al menos no está como política de estado. El resultado es que las salas de exhibición oficial grandes siguen concentrando público, las salas oficiales de exhibición pero dependientes del INCAA comienzan a crecer con fuerza pero todavía no se han montado como una verdadera y sustentable red alternativa de exhibición. Y las pequeñas salas no oficiales, los microemprendimientos de cineclub no hacen sino multiplicarse y llevar cada vez más público. Otra vez es la gente la que va marcando el camino.

Si el balance tiene que ver con los medios el asunto no necesariamente mejora: las funciones de prensa no suelen estar abarrotadas excepto cuando se trata de una película-evento, es decir, tanques grandotes, lo que demuestra que son muchos solo en circunstancias puntuales (150 asistentes en algunos casos) y bastante menos en circunstancias regulares (entre 15 y 25, siendo muchos, en una función de prensa standard). A los medios básicos de gráfica (los cinco diarios de mayor tirada, las cinco revistas de mayor tirada, los canales de aire) se les suman las revistas especializadas (impresas u on-line), los sitios de cine y una sucesión incontable de blogs. Hoy por hoy en total, si no estamos haciendo mal la cuenta, hay cerca de ochenta (80) medios en los que se confunde el gacetilleo, el periodismo de espectáculos, la crítica especializada, el comentario y/o review y la lista de supermercado. En esa variopinta representación se confunden aquellos que hacen su trabajo profesionalmente (y cobran por ello), los que también lo hacen profesionalmente (pero no cobran) y los que no lo hacen profesionalmente (cobrando o no). Hoy por hoy el ejercicio de la crítica de cine no solo forma parte de un horizonte cada vez menos requerido y leído sino que también es confundido, mezclado, obligado a desmarcarse constantemente de otros ejercicios de escritura que de crítica y de cine no tienen nada pero si tienen mucho de relaciones públicas.
En ese contexto, el INCAA sostuvo durante años una política poco clara (por no decir oscura) de otorgamiento de pauta publicitaria, mezclando a propios y ajenos del medio. Nada de esto benefició la creación de nuevos espacios, ni la profesionalización ni la consideración como una política de estado de aliento a las publicaciones culturales. Esperamos que algo de eso se modifique, justamente como política de estado y no como administración de fondos según relaciones públicas. Ese caos descrito líneas arriba hace que hoy por hoy, separando malezas, sea muy dificil leer crítica de cine seria, arriesgada, bien escrita y que no busque primerear eventos y/o entrevistas, sostener amiguísimos o mantener una tibieza meridiana de opiniones para no levantar la perdiz en el medio con el fin de seguir pautando publicidad. En definitiva: frente a la diversidad de medios no hay una política de estado que piense a la crítica como un espacio vital para el cine y para la vida cultural de un país como un plan a mediano y largo plazo. Sumado esto al fenómeno de confusión de estilos que los medios propugnan y, concluyendo el diagnóstico, con espectadores cada vez más desapegados de la lectura de material crítico de cine, el resultado del ambiente y del mundo de la crítica local no estaría pasando por sus mejores momentos. A todo lo anterior se adita un extra: no hay debates, no hay diferencias ni diálogos entre críticos, sino monólogos y diferencias sin intercambio sustentable.

Tres ejes distintos, producción, distribución/exhibición y crítica en momentos de reacomodamiento, de tensión y de disolución. Y de fondo una política de estado que incide notablemente por presencia, por ausencia o por torpeza administrativa. Sea del modo que fuera, se va el último mes del año. Y el que viene promete redefinir algunas de estas tensiones. Y nosotros seguiremos estando, cuestionando, y viendo de qué forma repensar ese mapa de la manera más crítica y honesta posible.

Por lo pronto entren a chusmear el número de Diciembre de Perro Blanco, que está que explota.

Aquí abajo les dejamos algunos puntos altísimos de lo que vendrá.

The disaster artist/Star Wars – Los últimos Jedi/Feliz dia de tu muerte/Extraordinario/Good time/Niñato/El informante/ El gran showman/Suburbicon: Bienvenidos al paraíso/Song to song/Seguimos con Jim & Andy/La muerte de Luis XIV/ Fargo/Swiss army man/Cine de autos/Diario cinéfilo/Festivales: Post-Mar del Plata/Las mejores del año según PB

ENCUESTA
Encuesta Perro Blanco: Lo mejor de 2017 según los redactores de Perro Blanco

ESTRENOS
Niñato por Sebastián Rosal
Extraordinario por Hernán Schell
#Dialogos – Los últimos Jedi (primera parte) (Balbuena, Karstulovich, Menendez, Seijas, Schell)
#Dialogos – Los últimos Jedi (segunda parte)  (Balbuena, Karstulovich, Menendez, Seijas, Schell)
Good Time: Viviendo al límite por Andrés Nazarala R.
Feliz día de tu muerte por Ignacio Balbuena
Suburbicon: Bienvenidos al paraíso por Federico Karstulovich
The Disaster Artist: Obra maestra por Federico Karstulovich
El gran showman por Hernán Schell
El informante por Raúl Ortiz Mory

NO ESTRENOS
Swiss Army Man por Federico Karstulovich
Song to song por Tomás Carretto
La Mort de Louis XIV por Marcos Rodriguez
Jim & Andy : The great beyond (2) por Hernán Schell

TV Y SERIES
Fargo por Diego Kohan

FESTIVALES
Festival internacional de Cine Mar del Plata 2017: Introducción a la Post-cobertura por Federico Karstulovich
#PostMDP 2017 – (1): La telenovela errante por Marcos Rodriguez
#PostMDP 2017 – (2): The disaster artist por Ignacio Balbuena
#PostMDP 2017 – (3): Piazza Vittorio por Fernando Luis Pujato
#PostMDP 2017 – (4): Last Flag Flying por Hernán Schell
#PostMDP 2017 – (5): Rey/Eugenia/Noches de otoño/Ex – Libris por Sebastián Rosal
#PostMDP 2017 – (6): Behind the dark night/Napalm/Columbus/The disaster artist por Emiliano Andrés Cappiello
#PostMDP 2017 – (7): The Second Generation por Fernando Luis Pujato
#PostMDP 2017 – (8): Baronesa por Federico Karstulovich
#PostMDP 2017 – (9): The shape of water por Emiliano Andrés Cappiello
#PostMDP 2017 – (10): Mariana por Federico Karstulovich

DIARIO  CINÉFILO
Un viaje en auto por el cine por Ignacio Balbuena
Linkeadas por Sebastián Rosal

VOLVER AL FUTURO
xXx: Reactivado por Federico Karstulovich

INACTUALIDADES
Moonrise Kingdom: un reino bajo la luna por Fernando E. Juan Lima
Puente de espías por Fernando E. Juan Lima
Los amantes pasajeros por Fernando E. Juan Lima

Participaron en este número

Ignacio Balbuena
Emiliano Andrés Cappiello
Tomás Carretto
Federico Karstulovich
Diego Kohan
Paola Menéndez
Andrés Nazarala
Raúl Ortiz Mory
Fernando Luis Pujato
Marcos Rodríguez
Sebastian Rosal
Hernán Schell
Rodrigo Martín Seijas

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